EL PAPA LLEVA LA CORONA DE ESPINAS DEL DIVINO SALVADOR

La publicación del Obispo Eugenio para la gente de su diócesis de la carta del Papa Pío IX a la Iglesia universal en la que solicitaba ayuda para la hambruna en Irlanda, concluyó con un llamado a apoyar al Papa en su sufrimiento por la Iglesia.

Los Papas, hasta el Papa Paulo VI que la abolió, eran coronados con una tiara, que tuvo su origen en el doble papel del Papa como cabeza espiritual de la Iglesia, y como era todavía durante toda la vida de Eugenio, líder temporal de los Estados Papales, que fueron eliminados en 1870, aunque el uso de la tiara permaneció hasta 1963.

“Su cabeza lleva la corona de espinas del divino Salvador, bajo la tiara del Rey-Pontífice”.

Al ser un firme partidario de la misión instituida por lo divino del sucesor de Pedro, Eugenio creía que el Papa comprendía en forma especial el destino de la Iglesia, a pesar de sus sufrimientos.

“Por eso, como Jesucristo desde lo alto de la cruz, su vicario desde lo alto del trono del Príncipe de los Apóstoles lanza un gran grito al mundo. Su espíritu, que despide una luz sobrenatural y penetra lo que sucede en nuestros días, ha tenido la visión de los oscuros complots del abismo.

Nos dice que le preocupan continuamente y le asustan. Es como el Salvador que en el jardín de los Olivos, cuando llegan a su pensamiento sus luchas y sufrimientos y la infidelidad de los Hombres, fue presa del miedo y de la aflicción » coepit pavere et taedere » (ed. Marcos 14:33)

Carta Circular del Obispo Eugenio a la gente de Marsella, Junio 12, 1847, EO Circular III, núm. 3

REFLEXIÓN

« Cada uno en sus dificultades, puede también compartir el sufrimiento redentor de Cristo”. Papa Juan Pablo II

« El amor de Dios nos pide ir más allá del miedo, dándonos valor para continuar buscando y trabajando por el beneficio de todos.  Pedimos a Dios darnos la fortaleza para trabajar y luchar por amar el bien común y por quienes padecen la indignidad de la pobreza en nuestras comunidades, en nuestra nación y en nuestra familia global ». Papa Benedicto XVI

« Mis más queridos hermanos y hermanas que son tan perseguidos, se cuánto es su sufrimiento, sé que han sido despojados de todo. ¡Estoy con ustedes en la fe de quien conquistó el mal!” Papa Francisco