NUESTRO AMOR POR LA IGLESIA, ASOMBRO ANTE LA COMUNIÓN EXISTENTE ENTRE LOS HIJOS DE UN MISMO PADRE

Como parte de la búsqueda de significado en su vida y su viaje gradual de conversión, el joven Eugenio de 22 años leía, estudiaba y hacía anotaciones:

“Algo de lo que más atrae mi atención en la religión es la “catolicidad, la comunión que existe entre los hijos de un mismo Padre, quien recibe en las alturas sus intenciones comunes formadas al mismo tiempo en lugares tan distantes, y que desea verdaderamente otorgarles a cambio un mérito que compartan en común.

La idea de ser miembro de esta gran familia presidida por Dios… parece hacer que mi alma emerja al instante, con una intensidad que es difícil expresar”.

(Anotaciones, Mayo 1804, EO XIV, núm. 7)

En nuestros días, la Familia Carismática Oblata está presente en más de 60 países. ¡Qué asombroso saber que somos la expresión de la comunión que existe al ser todos hijos del mismo Dios, como Iglesia!

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