EN NUESTRA PENA COMÚN, ES BUENO VER LOS SENTIMIENTOS MUTUOS QUE ANIMAN A LOS MIEMBROS DE NUESTRA CONGREGACIÓN

El Padre Dominic Albini era uno de los pilares de la joven congregación Oblata y en quien Eugenio confiaba.  Se encontraba enfermo en fase terminal en Córcega, quedándole pocos meses de vida.

Carta del P. Mille. Escribe de forma muy conmovedora respecto a las tristes noticias que le comuniqué de la enfermedad de nuestro buen P. Albini. En nuestra pena común, es bueno ver los sentimientos mutuos que animan a los miembros de nuestra Congregación. Para escribir el más hermoso sermón de funeral bastaría revisar las cartas de nuestros Padres y ver cómo escriben acerca de las virtudes de quienes admiran.

Diario de Eugenio de Mazenod, Noviembre 24, 1838, EO XIX

Eugenio enfatiza que los Oblatos son una familia – de hecho deseaba que fuéramos la familia más unida en el mundo. En nuestros días, esto aplica a la gran Familia Mazenodiana reunida en torno al carisma de Eugenio en todo el mundo.

Su invitación se refiere a aprender mutuamente de las personas que amamos y admiramos. Lo hacemos para los obituarios en los funerales, pero ¿por qué esperar a que fallezcan nuestros seres queridos para hacerlo?  En estos días difíciles, ayudémonos unos a otros a reconocer el don de las personas especiales.

En aquel tiempo[a], Jesús dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a sabios e inteligentes, y las revelaste a los niños.» (Mateo 11:25)

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