… Es increíble cómo influye lo moral sobre lo físico en mi triste persona. Mi corazón me pesa, late difícilmente y muy aprisa.
Carta a Henri Tempier, Diciembre 24, 1830, EO VII núm. 375
La situación anti-religiosa hacía mella en Eugenio. Estaba preocupado por los Oblatos: la capellanía del Colegio de Aix les había sido arrebatada, su casa de misión en Nimes había sido cerrada, y el P. Capmas había caído gravemente enfermo. Además, el Obispo Fortuné había enfermado también como resultado de las tensiones en la diócesis, al mismo tiempo de la incertidumbre sobre el futuro. Eugenio estaba atrapado en Niza esperando la respuesta del rey de Cerdeña a su solicitud de enviar misioneros a su reino.