Ya era tiempo de que pensara en librarme de este cúmulo innumerable de ocupaciones de todas clases que me abruman espiritual y corporalmente para venir al retiro a ocuparme seriamente del asunto de mi salvación repasando exactamente todas mis acciones …
Notas de Retiro, Mayo 1818, E.O. XV, n. 145
El agotamiento que sentía Eugenio no se limitaba sólo a él. Dos años después de su fundación, había solamente cinco Misioneros activos en la Sociedad. Ellos también resentían la exigencia del ministerio dentro y fuera de la casa. Se habían planeado varias misiones parroquiales para la primera parte de 1818, pero se vieron forzados a cancelar todas, menos una.
Se trataba de la misión en Puget, un pueblo de 1,300 habitantes. Eugenio acompañó a los cuatro Misioneros sólo al inicio de la misión, volviendo luego a Aix para ocuparse de todos los ministerios en y alrededor de la casa.
Los Misioneros volvieron exhaustos, por lo que el Vicario General de Aix les forzó a cancelar las dos misiones programadas para después en Eyguières y Tourves.
El Tío Fortuné de Mazenod cuenta la historia:
Me regocijo de que la inquietante misión en Eyguières no se realice, pues tres cuartas partes de los misioneros están exhaustos y en una situación física imposible para hacerlo y aún más, para llevarla a buen fin. Se trata de un lugar lleno de personas amorales o sin principios, cuya población de 4,000 almas requeriría de diez a doce de los misioneros más fuertes – y sólo son cuatro, casi todos incapacitados por su tarea anterior.
Así que he realizado mi mejor esfuerzo en asegurarme que no suceda este año y no tengo duda en que tendré éxito. De ser necesario, obtendré la ayuda de los Vicarios Generales, como he hecho anteriormente, para moderar el celo excesivo de Eugenio y obligarlo a cuidar de su salud… Además, cuento con el doctor, quien ha expresado su convicción al respecto, notificándoles que no podrán tomar nuevas misiones sin atentar contra sus vidas.
Carta de Fortuné de Mazenod al padre de Eugenio, marzo 7, 1818, A
rchivos Generales OMI F.B. V, 1-7
“A través de los años, sus cuerpos se convierten en autobiografías ambulantes, mostrando a amigos y extraños por igual las tensiones menores y mayores en sus vidas.” Marilyn Ferguson