Volviendo la vista atrás, hacia el final de 1817, Eugenio se describe a sí mismo como:
un sacerdote que consagró los primeros años de su ministerio casi exclusivamente a la santificación de la juventud.
Diario de la Congregación de la Juventud, el 1 de noviembre 1817, E.O. XVI
Era un ministerio que compartió como uno de los fines principales de su Sociedad de Misioneros, quienes
Los miembros de esta sociedad se preocuparán también por instruir a la juventud sobre sus deberes religiosos, apartar a los jóvenes del vicio y de la disipación; hacerlos aptos para cumplir como deben las obligaciones que la religión y la sociedad tienen derecho de imponerles en los diversos estados a los que se les destina.
Regla de 1818; Cap. Segundo,§2 art. 3
Esto quedaba reseñado en la primera Regla de los Misioneros en 1818 y después se desarrolló en la Regla de 1825
§3. Dirección de la Juventud
Art. 1 La dirección de la juventud será considerada como un deber esencial en nuestro Instituto.
Art. 2. En ese sentido, se establecerá, si es posible, una congregación de jóvenes laicos en todas nuestras casas.
Art. 3. El superior general nombrará, en cada casa, uno o varios misioneros para dirigir esas congregaciones.
Regla de 1825, cap.3 §3
En nuestra presente Regla de vida Oblata, la Regla 7 establece
La predicación de las misiones, la misión con los jóvenes, y las misiones extranjeras ocupan tradicionalmente el primer lugar en nuestro apostolado.
Debido a la importancia del ministerio de la juventud en la visión de Eugenio, me gustaría emplear algún tiempo en las siguientes semanas examinando algunos aspectos de la Congregación de la Juventud que él fundó en1813.
(Tener en cuenta que en muchas de las entradas desde el 9 de Octubre de 2010 en adelante he tratado sobre la fundación de la Congregación de la Juventud)