DESPUÉS DE HABER EXPERIMENTADO EL AMOR DE DIOS EL VIERNES SANTO (Constitution 59)

La descripción de la respuesta de un nuevo oblato no solo se aplica a un novicio, sino a cada uno de nosotros hoy, al renovar nuestra experiencia del amor de Dios en la cruz:

Tras haber experimentado el amor del Padre en Jesús, el novicio consagra su vida a manifestar ese amor. Confía su fidelidad a aquél cuya cruz comparte y en cuyas promesas espera. (Constitución 59).

El Viernes Santo, Eugenio sintió «el amor del Padre en Jesús» y sintió que tenía que pasar el resto de su vida «haciendo visible ese amor». Le dejó esa misión a todos los miembros de la Familia Oblata:

La cruz de Jesús ocupa el centro de nuestra misión. Como el Apóstol Pablo, predicamos «a Jesucristo, y éste crucificado» (1 Cor 2, 2). Si llevamos «en el cuerpo la muerte de Jesús», es con la esperanza «de que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo» (2 Cor 4, 10) (Constitución 4)

Que este Viernes Santo sea un día para recordar con gratitud el amor del Padre por cada uno de nosotros y por todos los que están a nuestro cuidado, a través de Cristo crucificado.

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *