La situación en Limoges era delicada. Aunque Eugenio intentó encontrar a los Oblatos adecuados para enfrentar los retos, tuvo que encarar la realidad de la debilidad humana.
“Si el obispo no hubiera tenido tanta urgencia y sido menos amenazante digamos, en sus exigencias, no habría dejado el proyecto que me propusiste como viable, es decir, dejar esta misión al cuidado del Padre Viala, quien carece de algo de lo necesario para realizar bien el trabajo, pero ya que se trata de él y lo hace bastante bien, podría haberse logrado persuadiéndolo de apegarse más a las Reglas de la familia, estando tan obligado a hacerlo como los demás”.
Nuestras Constituciones y Reglas son la guía para vivir nuestra misión según el espíritu que nuestro Fundador recibió de Dios. La genuina fidelidad a ellas cubre nuestras debilidades y errores humanos, asegurando que seamos los instrumentos de Dios para la gente encomendada a nuestro cuidado, que también aplicaba al P. Burfin, con su personalidad impetuosa.
“Si el obispo no hubiera tenido tanta urgencia y sido menos amenazante digamos, en sus exigencias, no habría dejado el proyecto que me propusiste como viable, es decir, dejar esta misión al cuidado del Padre Viala, quien carece de algo de lo necesario para realizar bien el trabajo, pero ya que se trata de él y lo hace bastante bien, podría haberse logrado persuadiéndolo de apegarse más a las Reglas de la familia, estando tan obligado a hacerlo como los demás.
Pero ya todo estaba arreglado, y a menos de dejar al P. Burfin donde estaba, no era posible volver atrás. No ha mostrado gran valor en la propuesta hecha con el P. Nicolás de volver ahí. Es comenzar mal. ¿Cómo va a dirigir esa barca que necesita un buen piloto con la cabeza fría, que no toma una decisión extrema al primer ruido, comprometiendo la existencia de un establecimiento apenas fundado y tan bien dirigido hasta hoy? Sin duda es necesario”.
Carta al P. Hippolyte Courtès, Mayo 5, 1848, EO X núm. 975
REFLEXIÓN
“Los líderes exitosos ven las oportunidades en cada dificultad, en vez de la dificultad en cada oportunidad”. (Reed Markham)