El P. Dassy fue nombrado superior de la nueva comunidad en Nancy. Era muy intelectual y tenía a su cargo la casa con 20 personas, incluyendo jóvenes sacerdotes y muchos novicios. El P. Santoni, de 28 años, era el maestro de novicios y parece que los jóvenes sacerdotes tenían varias diferencias de opinión con el P. Dassy, quien parece haberse quejado con Eugenio.
“No solo el P. Santoni, sino todos los otros Padres tienen derecho de hacerte observaciones con el respeto debido, pero tu deber es cumplir y exigir se cumpla lo que está escrito. Debes consultarme en caso de duda. Todo debe hacerse para un mayor bien en las atenciones mutuas que se deben los hermanos, movidos por la caridad de Jesucristo y bien educados. Sin embargo, presta atención a que tú mismo debes dar ejemplo de la observancia más escrupulosa de todo lo que manda la Regla, tanto en lo referente a las cosas como a las personas”.
Carta al P. Toussaint Dassy en Nancy, Francia, Marzo 7, 1848, EO X núm. 970
La respuesta de Eugenio fue para referirlo a las Constituciones y Reglas de los Oblatos, que tienen la intención de ser utilizadas como guía para la vida comunitaria y la misión.
REFLEXIÓN
“En esta época de sinodalidad, es interesante ver su espíritu reflejado en las palabras de Eugenio. La autoridad tiene el deber de escuchar la opinión de los demás, sin importar cuán dolorosa pueda ser. En esos casos, deben ser “movidos por la caridad de Jesucristo”. No debe ser un ejercicio subjetivo, sino guiado por lo que “está escrito”, que en este caso es el Evangelio reflejado en la Regla Oblata, aprobada por la Iglesia como expresión del Evangelio.
¿No es acaso lo que es la sinodalidad: escucharse mutuamente en caridad y ser guiados por el Evangelio?
«Consulta a tu amigo en todo, en especial en lo referente a quienes te respetan. Su consejo puede ser útil, cuando tu amor propio pueda nublar tu juicio”.