LA FAMILIA QUE MILITA EN LA IGLESIA BAJO EL ESTANDARTE DE MARÍA

La carta de Eugenio a los jóvenes oblatos que acababan de hacer su oblación perpetua puede aplicarse a todos nosotros, miembros de la Familia Mazenodiana, al celebrar nuestra fiesta patronal.

«Mary, Heart of Oblate Studies» by Lauretta Agolli

Mis queridos hijos, tenéis mucha razón al felicitaros por la dicha que habéis experimentado al consagraros a Dios en la Congregación que tiene a María Inmaculada como Madre. Es una gracia de predilección, verdadera garantía de vuestra predestinación a la felicidad eterna. La santa muerte de todos aquellos que el Señor ha cosechado entre nosotros nos lo ha probado hasta el presente. Pero antes de ir al cielo ¡cuánto bien estáis llamados a hacer en la tierra!

De todo corazón también yo me gozo de vuestra vocación, persuadido de vuestra constante fidelidad en responder a esa gracia insigne de la misericordia de Dios para con vosotros. Os dejo pensar, mis queridos hijos, lo feliz que me siento al poder contaros entre el número de aquellos que el Señor me ha dado por hijos en la familia que milita en la Iglesia bajo el estandarte de María. Calculo, por así decir de antemano, todo el bien que haréis durante vuestra vida, y no solo os veréis enriquecidos con esos méritos, sino que por la solidaridad que reina en nuestra familia, os enriqueceréis con todo lo que sea meritorio en los trabajos de vuestros hermanos en todas las partes del mundo.

Adiós, mis queridos hijos, os bendigo con toda la efusión a de mi corazón de padre.

+ C. J. Eugenio, obispo de Marsella, sup. gen.

Carta a los oblatos nuevos profesos , 24 de julio de 1858, EO XII n 1383

REFLEXIÓN

A través de nuestra respuesta a vivir según el carisma que se nos ha dado a través de San Eugenio, nos convertimos en miembros de una familia mundial bajo el patrocinio de María Inmaculada. Gracias a esta solidaridad, cada uno de nosotros se enriquece con todos los demás miembros de la familia en todas las partes del mundo.

Una feliz y bendecida celebración a todos, con gratitud por nuestra vocación..

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *