SAN EUGENIO: PEREGRINO DE LA ESPERANZA, DEDICADO AL SALVADOR

Primera «señal del camino»

Eugenio expresó de esta forma el objetivo de su peregrinación a lo largo de toda su vida, y la “señal del camino” para cada día:

“Tú y solo tú serás el único objeto a quien dedicaré todo mi afecto y todas mis acciones. Mi tarea diaria será complacerte, actuar por tu gloria, la tarea de todo momento de mi vida. Deseo no solo vivir para ti, sino amarte solo a ti y a todo lo demás en ti y a través de ti”.

Notas del retiro en preparación para la ordenación sacerdotal, Diciembre 1-21, E.O. XIV núm. 95

Veinte años después, muestra que el amor de Dios continúa siendo el indicador, al citar la primera Carta de Juan en esta reflexión:

“Amemos a Dios por su infinita perfección, amémosle también pues él nos amó primero” y puesto que él mismo nos amó antes, pero “mi muy querido, si Dios nos amó tanto, deberíamos amarnos unos a los otros” y tomar nota; “Hijos, no amemos de palabra, sino por hechos y verdad”,  como todos aquéllos que aman con la mente “pero no en obras y verdad”. El que no ama no conoce a Dios, pues Dios es amor”. (ed. 1 Juan 3, 18; 4, 8. 10-11. 19)

Diario de Eugenio de Mazenod, Septiembre 4, 1837

ORACIÓN

Dios, Padre nuestro,
que por la gracia del Espíritu Santo
hiciste posible que San Eugenio de Mazenod
expresara su amor por ti en estas palabras:

“Mi Dios, aumenta mi fortaleza al doble, triple o
cien veces, para que pueda amarte, no solo
tanto como pueda, que es nada, sino que te ame
tanto como hicieron los santos, tanto como tu
Santa Madre te amó y te ama”.

Que podamos amarte como Eugenio te amó
y recibamos, por su intercesión,
las gracias especiales que pedimos como
Peregrinos de la esperanza.

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *