EL ESPÍRITU SANTO DERRAMÓ A MANOS LLENAS SOBRE EL NUEVO OBLATO LA UNCIÓN DE SUS DONES

Leonard Baveux fue un sacerdote Sulpiciano de 47 años, ordenado en 1828. Al conocer a los Oblatos en Montreal descubrió estar llamado a la vida misionera, por lo que se unió a ellos y el 2 de agosto hizo su compromiso de por vida a través de la oblación perpetua, escribiendo a Eugenio al respecto. Leemos en el diario de Eugenio:

“Carta del Padre Léonard [Baveux] al día siguiente de su profesión en la que expresa la de la forma más conmovedora la dicha encontrada. El señor obispo de Montreal le dirigió un discurso muy paternal; en esa hermosa ceremonia también estuvo presente el señor obispo de Kingston. La capilla estaba llena de amigos y párrocos, así como un Padre Jesuita. Las lágrimas de nuestro Padre Léonard hicieron brotar las de todos los asistentes”.

Diario de Eugenio de Mazenod, Septiembre 19, 1843, EO XXI

Más tarde, en una carta al Obispo de Montreal, Eugenio se refirió a su participación en la ceremonia de oblación.

“Acabo de recibir carta del P. Leonard, escrita al día siguiente de su profesión, ¡Qué consuelo recibir el relato de todo lo sucedido esa hermosa mañana! Y a juzgar por su relato, parece que el Espíritu Santo derramó a manos llenas sobre el nuevo Oblato la unción de sus dones. Después de agradecer al Señor, deseo expresarle Monseñor, cuán conmovido estoy por su paternal caridad hacia mis queridos hijos, que son suyos también. ¡Las palabras que les dirige, demostrando su bondad con ellos, les hacen un bien incalculable y son felices de tener un Padre como usted! Es por ello que estoy sin preocupación, a pesar de la distancia que les separa de mí. Es como si estuviera junto a ellos”.

Carta al Obispo Bourget de Montreal, Octubre 1°, 1843 núm. 26

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