El punto que presenta Eugenio como Superior de los Oblatos sigue teniendo mucha relevancia en el proceso de formación de los Oblatos y los Asociados actualmente.
Tres irlandeses habían llegado para hacer el noviciado en Francia, un nuevo país e idioma con el que no estaban familiarizados. Al finalizar el noviciado, se esperaba que hicieran el compromiso de oblación y Eugenio reflexiona:
“Con todo, hay que actuar con prudencia. Hace falta que los hombres estén formados antes de establecer a la congregación en ese país lejano. El P. Daly tardó varios años antes de llegar adonde está; no bastará un año de noviciado para los jóvenes que no conocen nuestra lengua y tardarán largo tiempo en aprovechar la instrucción que ahí se les da, para que se pueda contar con ellos.
¿Se les podrá enviar a Irlanda tras una prueba tan corta, antes de que hayan conocido bien y apreciado a la congregación y hayan podido apegarse a ella? Eso no es posible.”
Diario de Eugenio de Mazenod, Noviembre 28, 1841, EO XX
En nuestros días las casas de formación son internacionales y los superiores y formadores siguen teniendo esta gran responsabilidad ¿los candidatos conocen bien el carisma y la espiritualidad Mazenodiana?
La misma pregunta se plantea en cuanto a la formación de los miembros laicos de la Familia Mazenodiana: ¿han profundizado lo suficiente en el carisma y la espiritualidad Mazenodiana para que sea la luz que guíe su camino a ser discípulos de Jesús el Salvador?