NUESTRA MISIÓN PROFÉTICA: HACER DEL MUNDO DE LOS POBRES MENOS COMO EL INFIERNO Y MÁS COMO EL CIELO
“Como miembros de la Iglesia profética, los Oblatos han de ser testigos de la santidad y la justicia de Dios, reconociéndose ellos mismos necesitados de conversión. Anuncian la presencia liberadora de Cristo y el mundo nuevo que nace de su resurrección» (Constitución 9)
El Padre Jetté nos invita a reflexionar:
“Anunciar la presencia liberadora de Cristo significa recordar Su presencia y papel permanente en la liberación del hombre y el establecimiento de un mundo mejor, que sea más justo, reciba más a los pobres, a los enfermos, a los infortunados. En esto tenemos una discreta referencia a la teología de la liberación, que ve la obra de Dios en nuestro mundo actual para llevarle liberación integral, es decir, no solo de la muerte y el pecado, sino de forma más inmediata, de ciertas consecuencias del pecado, como por ejemplo, las estructuras sociales injustas o la explotación de los pobres por los ricos.
“El nuevo mundo nacido de la resurrección [de Jesucristo]” posee un doble significado.
Antes que nada, es el mundo escatológico que llegará al final de los tiempos, cuando el Reino de Dios se haya logrado por completo y nuestros cuerpos hayan sido transformados, cuando no haya ninguna muerte, sufrimiento o pecado. Pero también es un mundo más acorde al Evangelio, que ya es posible en la tierra, gracias a la acción de Cristo que continúa en los corazones de las personas y a través del ministerio de la Iglesia, que lucha por establecer más justicia, confianza y amor entre los hombres y los pueblos de la tierra. El Reino se acerca y crece al proclamar la Palabra de Dios a la gente; es como la semilla que se coloca en la tierra con la intención de que produzca fruto (Mateo 13:3-23). El Artículo 9 nos exhorta a poner nuestra parte en la llegada de este nuevo mundo que sea más acorde al Evangelio”. (F. Jetté OMI, (El Hombre Apostólico, pp. 101-102)
“Esperar el cielo en la tierra es una ilusión, pero tolerar la existencia del infierno en la tierra no es cristiano. Somos llamados a trabajar con los pobres y ayudarles a hacer de su mundo menos como el infierno y más como el cielo”.
James Cooke OMI
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Haz Señor que todas y todos tus hijos de la Familia Oblata, fortalezcan su misión con los pobres, ayudándoles a qué su realidad en éste mundo sea más parecido al cielo. Sólo con tu Presencia y tu Gracia todo será posible Señor.
Bendito y alabado seas Señor.
Me alegro de encontrar esta publicación, he trabajado varios años con la Congregación OMi y me sentí muy identificado con su misionero ha enviado a evangelizar a los pobres, los pobres son evangelizados»
Conocí a los Oblatos en La Pintana en zCrfoso y el norte de mi país.
Agradezco a Dios por su presencia en chile en los años terribles de la dictadura.