CERCANOS A LA GENTE COMO UNA FORMA DE VIVIR NUESTRA OBLACIÓN POR ELLOS (C8)
“Siempre cerca de la gente con la que trabajan, los Oblatos prestarán constantementeatención a las aspiraciones de la misma y a los valores que posee…”, (Constitución 8)
Al convertirse en Obispo de Marsella en 1837, Eugenio hizo una declaración que resumiría los siguientes 24 años de su episcopado: el compromiso de vivir su ministerio como obispo, siempre cerca de la gente de Marsella:
“Sin embargo, debo apegarme a la gente, como un padre a sus hijos. Mi existencia, mi vida, todo mi ser debe consagrarse a ello. Solo debo pensar en su bien, no temer mas que no haber hecho lo suficiente por su bienestar y santificación, ninguna otra preocupación que lo que deba abarcar todos los intereses espirituales e incluso de cierta forma, su bienestar temporal.
En una palabra, debo agotarme por ello, estar listo para sacrificar mi esparcimiento, mi deseo, mi descanso, la vida misma por ella”.
Retiro en preparación para tomar posesión de la sede episcopal de Marsella, Mayo 1837, EO XV, núm. 185.
“¡Debo apegarme a la gente como un padre a sus hijos!” ¿Cuánto más era posible acercarse a la gente? Al seguir el ejemplo de cercanía de Jesús, su Salvador, el Obispo Eugenio estaba listo para dar todo por su gente, a agotarse, a estar listo para sacrificar incluso la vida misma. Vemos brillar el corazón Oblato en el obispo diocesano: estar cerca de la gente significaba vivir en oblación por ellos. “En una palabra, debo agotarme por ello, sacrificar mi esparcimiento, mi deseo, mi descanso, la vida misma por ella”.
Esta entrada fue publicada en
Uncategorized. Guarda el
enlace permanente.