SIEMPRE CERCA DE LA GENTE CON LA QUE TRABAJAN (C8)

“Siempre cerca de la gente con la que trabajan,  los  Oblatos  prestarán constantemente atención a las aspiraciones de la misma y a los valores que posee”. (C8)

La expresión comúnmente asociada a los Oblatos en los últimos 200 años es: “¡siempre cercanos a la gente!”  Es algo de lo que nos enorgullecemos y una característica en la que insistió el mismo San Eugenio, como leemos en su auto-descripción a los 26 años:

“El lugar de alguien en la sociedad no es en ninguna forma un factor al sentir amor por alguien que en verdad me ama”.

La forma en la que lo describe es reveladora, al mostrarnos que quien sufriera o le necesitara podría contar con su cercanía:

“La prueba de ello es el increíble afecto que tengo por los sirvientes que me tienen cariño; detesto estar separado de ellos, es difícil dejarles, me interesa su bienestar, que no descuidaré en nada.  No lo hago por magnanimidad ni grandeza de alma, motivos de esa clase solo me influencian cuando se trata de personas frías, pero al tratarse de un sentimiento, de ternura, la única palabra que aplica es amistad.  No se me debe considerar como alguien que solo hará cualquier cosa por quienes me aman. Muy por el contrario, quien sea que sufra o me necesite, puede contar con mi ayuda”.  

Auto-retrato para su director espiritual, Octubre 1808, EO XIV, núm. 30

Lo anterior fue sumamente evidente en todas sus elecciones de vida.  Por ejemplo, como seminarista, eligió enseñar catecismo a “los más pobres en la parroquia, niños de taberneros, en una palabra, niños infestados de bichos”.

Como sacerdote recién ordenado, optó por pedir dedicarse a los pobres y a los jóvenes de Aix, estableciendo así un patrón para el ministerio en toda su vida, de cercanía a la gente que normalmente se encontraba al margen de la sociedad.

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