INTENTAR TODO: NIL LINQUENDUM EST INAUSUM (C7)
“Lo intentan todo para suscitar o despertar la fe de aquellos a quienes son enviados, haciéndoles descubrir «quién es Cristo»”. Constitución 7
“¡Intentar todo!” Estas palabras fueron escritas por Eugenio en la primera versión de lo que sería conocido como nuestro “Prefacio” y han estado gravadas en el corazón e imaginación de nuestros misioneros Oblatos por más de 200 años: “¡intentar todo!”. Son el resumen de toda la vida de Eugenio e historia de su Familia Misionera, que hoy se encuentra en 65 países.
La Iglesia ha mostrado su reconocimiento a través de las palabras de los Papas en nuestros Capítulos Generales. Por ejemplo, el Papa Juan Pablo II:
“Junto a todos ustedes, agradezco al Señor la tarea lograda por los Oblatos. Su presencia en cada continente, y en especial en lugares distantes, les lleva a estar en contacto con mujeres y hombres de diferentes culturas y tradiciones, que es la señal de la universalidad de la Iglesia y de su preocupación por todos los pueblos.
[…] Además están interesados en las nuevas áreas de misión, particularmente en los medios de comunicación y el diálogo confiado con los contemporáneos, para establecer una sociedad más fraterna en una era de justicia y paz. Realizan un esfuerzo valeroso para cubrir las necesidades nuevas, de urgencia pastoral, apostólica y misionera y para realizar la inculturación necesaria, un proceso de paciencia, que además les demanda escuchar a la gente, “porque no debe comprometer en ningún modo las características y la integridad de la fe cristiana” (Redemptoris missio, n. 52). La Iglesia agradece su disposición y preocupación por dar respuesta al llamado del Señor adonde sean enviados, y a estar al servicio de las iglesias locales”. […] Al Capítulo General XXXIII, Septiembre 24, 1998.
Hoy en día Eugenio nos pide: intenten todo para darle a conocer en todo lo que hacen, en sus palabras y acciones de amor hacia los demás.
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