Al darse cuenta de que el Obispo les había malinformado acerca de la situación real, el P. Telmon y sus compañeros se desanimaron. Eugenio les alentó al presentarles el panorama completo:
“Al fundar la casa de Pittsburg en los Estados Unidos, ponen los cimientos de una nueva Provincia, aunque hay que actuar con moderación, sin dejarse llevar por el optimismo, aunque tampoco con pesimismo, que es una indeseable disposición con la que no se haría ningún bien”.
Carta al P. Adrien Telmon en Pittsburgh, Noviembre 5, 1848, EO I núm. 105
El P. Telmon no pudo actuar con moderación ni sin pasión, lo que llevó a Eugenio a anotar en su diario:
“Carta del P. Telmon. Siempre desagradable por las quejas y el descontento. Sin embargo, la misión que se le acaba de confiar en Pittsburg es algo hermoso. Es verdad que los dos compañeros que le dio el obispo de Bytown no son muy útiles y Telmon se ve obligado a hacer todo, pero ¿por qué mostrar tanto disgusto? La fundación de Pittsburgh podrá llegar a ser muy interesante. La paciencia es necesaria en todo”.
Diario de Eugenio de Mazenod, Diciembre 10, 1848, EO XXI
El P. Telmon no escuchó el consejo y tomó una decisión por iniciativa propia que tendría consecuencias de largo alcance para la Iglesia en los EU, pero esto lo veremos más adelante…
REFLEXIÓN
«En mi vida he tenido muchas tormentas, tomándome la mayoría de ellas por sorpresa, así que muy pronto debí aprender a ver más allá y comprender que no soy capaz de controlar el clima, de ejercer el arte de la paciencia y de respetar la furia de la naturaleza”. Paulo Coelho