Pedro le dijo: «Señor, ¿por qué no te puedo seguir ahora mismo? ¡Yo daré mi vida por Ti!». Jesús le respondió: «¿Tu vida darás por Mí? En verdad te digo, que no cantará el gallo sin que antes me hayas negado tres veces.” (Juan 13:37-38)
He deseado toda mi vida morir víctima de la caridad. Sabes que esta corona me fue quitada desde los primeros años de mi ministerio. Dios tenía sus designios ya que me quería encargar de dar una nueva familia a su Iglesia, pero para mí hubiera valido más que me dejara morir de ese bendito tifus que había recibido al servicio de los prisioneros.
Carta a Henri Tempier, el 12 de septiembre 1849, E.O. X n.1018
Regla de Vida OMI, Constitución 2: