HAGAMOS TODO PARA HACERLO GLORIFICAR, AUNQUE ÉL SIEMPRE QUISO SER HUMILDE

El Padre Carlos Albini había fallecido en Córcega dos años antes, y Eugenio estaba convencido de su santidad, siempre mostrada en su estilo de vida, en su predicación y el cuidado pastoral de los más abandonados y de los seminaristas. Algunos milagros le fueron atribuidos durante su vida.

Eugenio habla de ello al escribir al P. Semeria, superior de los Oblatos en Córcega.

“Te recomiendo también recoger todo lo referente a la vida de nuestro Padre Albini. Cuando encuentres personas que hayan sentido su caridad o atribuyan su curación por su intercesión, registra todo; mi intención sería presentar su causa, aunque solo sea para ser declarado venerable. Creo se podría lograr fácilmente; al menos así piensa el abogado que promueve la causa del sacerdote de la Salle. Habla a menudo de ese santo misionero; anima la confianza de quienes hayan visto el efecto de su celo, en una palabra, hagamos todo para hacerlo glorificar, aunque él siempre quiso ser humilde…”

Carta al P. Etienne Semeria, Noviembre 10, 1841, EO IX núm. 748

De hecho, la causa fue presentada y fue declarado «Venerable» en 1968, después del estudio de su vida y escritos y de registrar la devoción de la gente.

Ver: https://www.omiworld.org/es/nuestro-carisma/nuestros-santos/causas-oblatas/venerable-carlos-domingo-albini-1790-1839/breve-semblanza/

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