HOY HACE 200 AÑOS: SE HA REALIZADO EL MILAGRO

Durante su retiro a Amiens, Eugenio escribió a su madre:

Le abrazo, mi querida mama y la estrecho tiernamente contra mi corazón que es bien suyo después de Dios. Sabe que la ordenación tendrá lugar el 21, día de santo Tomás apóstol. Me impondrán las manos probablemente entre las 8 y las 10 de la mañana. Redoble de oraciones en ese día.

Carta a su madre, el 8 de diciembre 1811, E.O. XIV n. 96

El día mismo de su ordenación, Eugenio escribió después de la ceremonia:

Se ha realizado el milagro: su Eugenio es sacerdote de Jesucristo. Todo lo dice esa palabra que lo abarca todo. Con el más profundo anonadamiento, con la frente pegada al polvo, le anuncio esta maravilla tan grande, realizada en un pecador tan grande como yo.
Querida mama, no tengo fuerzas para decirle más. Son tan preciosos los momentos en el estado en que me ha dejado la gracia de un sacramento tan grande! Debo seguir en el más completo recogimiento para saborear la felicidad y el consuelo que Dios me hace gustar. Qué le voy a decir? Las lágrimas brotan, o mejor dicho corren; tendrían que ser inagotables porque tienen su fuente en el amor más puro y son expresión del agradecimiento más justo, sentimiento que llevaré a la venturosa eternidad.
La dejo, querida y buena mama. Me he tomado tres días para acostumbrarme a la idea de que soy sacerdote y para prepararme a celebrar los divinos misterios…
Pero acabo, abrazándole, felicitándole por lo que soy. Ah! si soy fiel, yo seré vuestra gloria durante toda la eternidad! pero ese pensamiento me llevaría demasiado lejos, Adiós a todos, os aprieto a todos contra mi corazón.
Sí, lo añadiré, con las dos rodillas en tierra ante mi crucifijo, os bendigo a todos, suplicando al Señor, del que soy indigno ministro, acreciente y perfeccione vuestras virtudes y derrame continuamente en vuestras almas los frutos abundantes de su gracia, que nos ha merecido derramando su sangre por nosotros sobre el Calvario. Que su paz, su santa paz esté siempre con vosotros.

Carta a su madre, el 21 de diciembre 1811, E.O. XIV n. 97

Esta entrada ha sido publicada en cartas y etiquetada como . Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *