La nueva misión requería la aprobación del Vaticano, que fue otorgada por el Cardenal Fransoni. Al responderle, Eugenio describió las cualidades del P. Semeria:
“Mi preocupación, para corresponder a los proyectos de la Sagrada Congregación, ha sido la de elegir excelentes sujetos. No me ha sido difícil, ya que nuestros Oblatos de la Santísima María Inmaculada son, gracias a Dios, todos buenos; están todos dispuestos a sacrificar su vida para glorificar a Dios y trabajar por la conversión y la santificación de las almas; tal es precisamente el fin de su vocación. Elegí al mejor de entre todos ellos, el P. Etienne Semeria. No es de mucha edad, sólo tiene 34 años, pero posee madurez en cuanto a virtudes y todas las cualidades religiosas. Desde hace varios años ha desempeñado la función de superior de las misiones de Córcega. Es increíble con qué éxito, con qué bendiciones de Dios, hasta los bandidos acuden a sus pies, y son prodigiosas las reconciliaciones que su celo y bondad logran en ese país y que son conocidas por todos. No sé si el Obispo me perdonará al enterarse del robo que estoy por hacerle. Pero la Congregación presta a sus personas, no las obsequia. Es muy importante poner a la cabeza de esa primera pequeña comunidad a un religioso como el P. Semeria”.
Carta al Cardenal Fransoni, prefecto de la S. Congreg. de la Propaganda, Septiembre 25, 1847, EO 5 núm. 6
REFLEXIÓN
Etienne Semeria fue una buena elección, y con el tiempo se convirtió en el Obispo de Jaffna. (Ver: https://www.omiworld.org/es/lemma/semeria-mons-etienne-obispo/)
«Un verdadero líder tiene la confianza de estar solo, el valor para tomar decisiones difíciles, y la compasión para escuchar las necesidades de los demás. No se propone ser líder, aunque se convierte en uno por la equidad de sus acciones y la integridad de su intención». (Douglas MacArthur)