Como hemos visto, el Padre Vincens era el Maestro de Novicios, a cargo de preparar a los futuros misioneros Oblatos. En la entrada anterior, vimos cómo Eugenio le anuncia haber aceptado nuestra primer misión en Asia, que concluye:
“Monseñor Bettachini salió con el corazón lleno de alegría y a menos que la Propaganda ponga obstáculos para ello, que espero no ocurra, el próximo mes nuestros primeros misioneros saldrán con el Obispo para fundar ese gran establecimiento.
Esta salida no impedirá la de cuatro misioneros destinados a América, que pronto deberán ser seguidos por varios otros. Como puedes ver, necesitamos muchos para satisfacer todas estas necesidades.
Tengamos valor pues, y pongamos nuestra confianza en el Señor. El gran tema será siempre formar buenos sujetos, no descuiden nada de ello”.
Carta al Padre Ambroise Vincens, Agosto 12, 1847, EO X, núm. 936
REFLEXIÓN
«He encendido una vela de vida, y preferiría consumirla en una tierra llena de oscuridad, que en una inundada por la luz”. (John Keith Falconer)