CEILÁN: CÓMO RESISTIR TANTOS MOTIVOS URGENTES Y NO RESPONDER CON AGRADECIMIENTO A COOPERAR PODEROSAMENTE A ESTA BUENA Y GRAN OBRA.

Eugenio comparte de forma entusiasta al P. Vincens su conversación con el Obispo Bettachini de Ceilán (actualmente Sri Lanka).

“He aquí una magnífica misión que se nos presenta. Mons. Coadjutor del Vicario apostólico de la isla de Ceilán, acaba de pasar dos días conmigo. Nuestras conversaciones se prolongaron hasta las once de la noche.

¡Qué campo se abre ante nosotros! Un millón quinientos mil personas a convertir en el más hermoso país del mundo, ciento cincuenta mil cristianos por instruir. Toda esa inmensa población dispuesta, por su carácter y cierta atracción de religiosidad, a escuchar a los enviados de Dios que les anunciarán la Buena Noticia.

Por otra parte, prevenir la herejía…”.

Con todas esas razones para aceptar la nueva misión, Eugenio continuó:

“Cómo resistir tantos motivos urgentes y no responder con agradecimiento a cooperar poderosamente a esta buena y gran obra. Acepté esta nueva misión, una de las más hermosas que existen sobre la tierra, previendo que esta gran isla será algún día el patrimonio de nuestra Congregación”.

Carta al Padre Ambroise Vincens, Agosto 12, 1847, EO X, núm. 936

REFLEXIÓN

«El celo misionero no surge de las creencias intelectuales, ni de los argumentos teológicos, sino del amor». (Roland Allen)

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *