EXPRESARÉ MI HORROR POR EL CISMA AL QUE SE QUIERE ARRASTRAR A LA IGLESIA DE ESPAÑA

El corazón del Obispo de Mazenod, “tan grande como el mundo”, no se limitaba al celo de los Oblatos enviados fuera de Francia, sino que abarcaba un sentido de comunión con la Iglesia universal, en especial en áreas donde había sufrimiento.  Como Obispo de Marsella, hacía a la gente de su diócesis tomar conciencia de ello y los involucraba en reunir ayuda material.  Nos encontramos con un ejemplo de ello para la Iglesia de España.

Leemos en el Diario de Eugenio: 

“Carta del arzobispo de París. Me advierte que el ministro se ha molestado por la publicación del jubileo a través de su carta pastoral.”

Lamirande nos da el contexto:

“Los juicios que la Iglesia de España encontró en 1840 atrajeron naturalmente la atención del Obispo de Mazenod. Dichas dificultades se originaron en el conflicto político que se oponía a la regente María Cristina y el aspirante al trono, Don Carlos. Aunque Roma mantuvo relaciones diplomáticas con Madrid, se rehusó a reconocer a la Regente, lo que llevó a una difícil relación al tratarse de los nombramientos de obispos, etc. Quienes apoyaban a Cristina tomaron fuertes represalias contra los  Carlistas: arrestos de obispos, sacerdotes y monjes, cancelando los salarios eclesiales, nombrando administradores para las diócesis vacantes, en contra de la ley canónica, etc. Gregorio XVI denunció tales maquinaciones en una alocución consistorial el 1° de febrero de 1840.  El gobierno español protestó, y el Santo Padre respondió con una encíclica en marzo de 1842, prescribiendo la celebración de un jubileo a favor de la Iglesia en España.” (Estudios y Textos Oblatos Selectos,  pág. 313)

El gobierno francés apoyó el cisma de Cristina y se mostró ofendido con los obispos franceses que promovieron el Jubileo.  La reacción de Eugenio fue de no temer y escribir una circular a su diócesis: 

“Nada de esto me hará dudar de mostrarme unido en pensamiento y voluntad al jefe de la Iglesia. Expresaré mi horror por el cisma al que se quiere arrastrar a la Iglesia de España.”

Diario de Eugenio de Mazenod, Marzo 26, 1842, EO XXI

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *