SI TE APARTAS DE ESTA REGLA DE PRUDENCIA, PRONTO TE  CONVERTIRÁS EN SAL SIN SABOR

Continuando la entrada anterior, vemos cómo Eugenio recomienda al P. Louis Dassy no dejarse llevar por su interés por la arqueología.  El punto que señala nos es importante a todos en nuestra sociedad multitareas: ¿alguna de nuestras actividades nos aleja de enfocarnos a dar lo mejor de nuestro tiempo y energía? 

“Ya veía que era mucho ser corresponsal, etc., y ahora me hablas de una comisión de la que serás miembro. Se trata de aplicar las observaciones que acabo de hacerte. Después de todo, no me opongo a que aceptes formar parte de ella por los motivos que he mencionado, pero te recomiendo muy expresamente no hacerte el más importante de esa comisión ni preocuparte más que los otros para hacerla funcionar bien. Me preocupa, que según las ocupaciones que debes cumplir y de las que no puedo dispensarte, te eclipses. Si te apartas de esta regla de prudencia, pronto te convertirás en sal sin sabor, quod si sal evanuerit; ahora te toca meditar seriamente sobre ello, para evitar las consecuencias que todos debemos temer. Por lo tanto, aun manteniéndote en los límites que te he indicado, si te das cuenta que tu piedad y tu celo se ven afectados, si sientes algún disgusto por el ministerio propio y distintivo de tu vocación, deja todos los libros de ciencia, y sumérgete más que nunca en el único estudio necesario en el que se está seguro de no encontrar ni desengaño ni decepción.

Adiós, mi querido hijo, te he hablado como padre, como superior, como obispo. Sólo me queda abrazarte y bendecirte.

Carta al Padre Louis Dassy, Marzo 29, 1842, EO IX núm. 759

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