NO VEO NADA DE GLORIA PARA LA  CONGREGACIÓN 

El joven Padre Louis Toussaint Dassy era muy talentoso y lleno de celo. El 19 de marzo le escribió a Eugenio para desearle un feliz santo y comentarle que el Comité de las Artes de París lo había nombrado corresponsal de su departamento de obras históricas y que el Obispo de Grenoble iba a sugerir que formara parte de una comisión “para llevar una estadística de los monumentos, de los edificios de mayor belleza en la diócesis y de todos los asuntos arqueológicos que pudieran ser de interés a la religión: la historia de la Iglesia, la literatura cristiana y las Artes.”

Eugenio comenta en su diario: 

“Expresa sus mejores deseos para mi y la congregación. Después va a sus temas favoritos: la ciencia, la arqueología, etc.; el ministro de la instrucción pública le ha animado a una magnífica obra: los elementos de la paleografía. Fue nombrado interlocutor para los trabajos históricos y ve en ello resultados muy satisfactorios para gloria de nuestra congregación, “nunca me verá trabajar por ningún otro motivo. Para la congregación, mi espíritu, mi corazón, mi tiempo y mi vida.

¿Qué responder a un hombre que expresa sentimientos tan bellos? Ciertamente, estoy lejos de pensar como él. No veo nada de gloria para la congregación en todo eso, pero el padre Dassy tiene necesidad de una ocupación y esa vale tanto como cualquier otra.”

Diario de Eugenio de Mazenod, Marzo 28,1842, EO XXI

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