HE SIDO HOMBRE DE DESEOS, QUE ALGUNAS VECES HAN SIDO ESCUCHADOS Y CUMPLIDOS

Durante su vida, se consideró que San Eugenio tenía un corazón misionero tan grande como el mundo. 

“no soy profeta, sin embargo, siempre he sido hombre de deseos, que algunas veces han sido escuchados y cumplidos. Esta vez los hago a Dios por ustedes, mis queridos hijos, para que les lleguen todas las bendiciones y colme sus almas de gracia y consuelo.”

Los Oblatos que se dirigían a Canadá realizaban el sueño, y el corazón paternal de Eugenio les respondía con afecto.

“Son el objeto de mi mayor ternura, estando siempre presentes en mi espíritu; y mi corazón no podría amarles más considerando la respuesta a su vocación, y en especial el celo con el que han emprendido la hermosa misión que se les la asignado, anhelada por otros de sus hermanos. Representan a todos, y la Congregación habrá de felicitarse por haberles confiado la tarea.
Adiós, mis queridos hijos, les deseo de nuevo un feliz viaje y les doy “peramanter” con cariño y mi bendición paternal.”

Carta a los primeros Oblatos en ir a Canadá, Octubre 9, 1841, EO I núm. 9

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