Carta del P. Guigues. Va de maravilla la misión en Theys que predica ahora con sus compañeros de la casa de N.-D. de l`Osier. Los misioneros están en el confesionario de la mañana a la tarde.
Tuvieron el disgusto de ver a algunas familias burguesas seguir el escándalo de un provocador, ante la indignación pública y el silencio de los misioneros… algunos jóvenes que habían sido arrastrados a ello, volvieron para confesarse.
Sobre esto, el P. Guigues me pregunta si sería procedente negar la comunión a esos jóvenes, que dice se dejaron llevar por incitación, y no por hostilidad.
…Dios quiera que esa mala idea, debida a la inexperiencia, no llevara a los jóvenes misioneros a recibir con frialdad a esos pecadores, que habrían de ser recibidos con la más tierna bondad, en primer lugar para consolarlos en su paso siempre difícil de la naturaleza, y después para que pudieran animar a los que aun dudan…
Diario de Eugenio de Mazenod, Febrero 19, 1837, EO XVIII