VAYAMOS DIRECTO AL OBJETIVO CON LA SENCILLEZ DE NUESTRO MINISTERIO

Los Oblatos predicaban las misiones parroquiales en los meses más fríos del año – en especial en las aldeas rurales, donde los habitantes estaban atareados en las primeras tres estaciones del año con sus cosechas. Aunque Eugenio no podía participar de forma directa en esas actividades, era el coordinador del espíritu y personal de las misiones, y era algo de suma importancia, pues la mayoría de los Oblatos eran aun muy jóvenes. En varias de sus cartas a principios de 1835 se mencionan las misiones en forma directa.

Lo que comentas sobre el efecto producido por los sermones en Grenoble me confirma la pauta que siempre he seguido de apartar a los nuestros de ese género, del que jamás ha brotado un acto de amor a Dios y menos aún una conversación. Mantengamos nuestras misiones, retiros y nuestras catequesis: con ello se comunica la gracia a las almas. Vayamos directo al objetivo con la sencillez de nuestro ministerio, y dejemos lo humano a quienes buscan algo diferente a Dios.

Carta a Bruno Guigues, Enero 17, 1835, EO VIII núm. 502

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