Otra mirada al corazón del Fundador y Superior General: Eugenio ama a los Oblatos y les considera sus amigos – de la misma forma como en otro momento escribió que Lázaro era amigo de Jesús.
… En resumen, aunque desee grandemente aumentar mi relación con quienes amo de corazón, ese sentimiento es tan dulce en mi alma que no podría quejarme, ni siquiera censurarlo; me gusta en mis amigos tan dignos de serlo, todo lo que son y lo que hacen; es un río que se desborda sin estragos, cuya abundante agua es sólo apta para regar y fertilizar…
Carta a Henri Tempier, Octubre 31, 1833, EO VIII núm. 472