HACE 200 AÑOS: PREDICANDO: ALGO HERMOSO PARA DIOS.

No es necesario decir que no está permitido nunca recibir la menor retribución, ni por predicar, ni por instruir, ni por administrar los sacramentos, ni por cualquier otro ministerio …

Regla de 1818, Capítulo 3, §1. De la predicación.

El Misionero, cooperador del Salvador, debe imitar el ejemplo de los apóstoles:

“De gracia recibisteis, dad de gracia. No os proveáis de oro, ni de plata, ni de cobre para llevar en vuestros cintos, ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de sandalias, ni de bordón; porque el obrero es digno de su sostén.”   Mateo 10:8-10

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *