EL OBJETIVO DE NUESTRO INSTITUTO ES EL MISMO QUE TUVO EN MENTE EL HIJO DE DIOS AL VENIR A LA TIERRA

El punto de vista de Eugenio sobre la Regla no se enfocó a la Regla misma, sino en cómo es el instrumento que refleja el amor y la voluntad de Dios para cada uno de nosotros.  La importancia de la Regla reside en que expresa el núcleo de nuestra vocación.  Para mostrarlo, cita directamente de la Regla:

¿Tendremos algún día una idea justa de esta sublime vocación? Para ello habría que comprender la excelencia del objetivo de nuestro Instituto, indiscutiblemente el más perfecto que se pueda proponer aquí, puesto que el objetivo de nuestro Instituto es el mismo que tuvo en mente el Hijo de Dios al venir a la tierra. La gloria de su Padre celestial y la salvación de las almas. Venit enim filius hominis quaerere et salvum facere quod perierat [Lc 19, 10],  fue especialmente enviado para evangelizar a los pobres, evangelizare pauperibus misit me [Lc 4, 18]. Y hemos sido fundados precisamente para trabajar en la conversión de las almas y especialmente para evangelizar a los pobres, ”el fin de esta pequeña Sociedad… es … vivir en conjunto como hermanos, buscando imitar las virtudes y el ejemplo de nuestro Salvador Jesucristo, principalmente dedicándose a evangelizar a los pobres.”

Notas de Retiro, Octubre 1831, EO XV núm. 163

He aquí la vocación de todos, ligada al carisma y espiritualidad de San Eugenio.

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