Durante los años que Eugenio pasó en el seminario, retorna a menudo el tema de María estando unida a Jesús, y debido a ello, ser un modelo de su propia unión con Jesús. La mañana de Navidad escribe a su madre:
Ah! mi querida mamá cree que esta noche no he estado con usted? Y cuanto meditando sobre la santa Madre de nuestro Dios, que acaba de ser colmada de consuelo al dar al mundo a su Salvador, y al mismo tiempo que debía sentir tan vivamente la pobreza, la indigencia y la miseria en la que veía a su divino Maestro humillado por amor a los hombres, ¿cómo no me hubiesen acercado esos tiernos sentimientos a usted? Oh sí, mi buena madre, hemos pasado juntos la noche al pie de los altares, que me representaban la cuna de Belén; juntos hemos ofrecido nuestros dones a nuestro Salvador, y le hemos pedido nazca en nuestros corazones y fortalezca todo cuanto es débil, etc.
Carta a su madre, Diciembre 25, 1809, EO XIV núm. 37