DESEANDO SOLO TRABAJAR PARA LA GLORIA DE DIOS Y POR LA SALVACIÓN DE LAS ALMAS RESCATADAS POR LA SANGRE DE JESURISTO

En un intento por establecer a los Oblatos en el reinado de Cerdeña (que incluía a Niza, Saboya y Cerdeña), Eugenio escribió al P. Antonio Grassi, Provincial Jesuita y confesor de los reyes de Saboya. Esperaba que el P. Grassi usara su cercanía al rey para un posible establecimiento de los Oblatos en su reino. Citaré algunos párrafos de dicha carta, pues nos da una buena idea del desarrollo de los Oblatos en los 14 años a partir de nuestra fundación en 1816.

Apenas llegado a Niza después de un largo y penoso viaje, he considerado ante Dios, con la mejor disposición posible, el interesante tema de nuestra larga conversación en Turín. No creo equivocarme al reconocer en ello los caminos que la divina Providencia parece abrirnos para utilizar en los estados de Su Majestad la dedicación de una Congregación que se consagra a la salvación de las almas más abandonadas, así como a la educación especial de los clérigos.
Son claras las dificultades que pueden encontrarse al ejecutar un proyecto con resultados tan ventajosos para la Iglesia y el Estado, pero deseando sólo trabajar para la gloria de Dios y por la salvación de las almas rescatadas por la sangre de Jesucristo, es tal mi confianza que no temo nada, ni siquiera los peligros que amenazaban a quienes  dedican su vida a reformar las costumbres y disciplina en el país donde me propone ejercer nuestro santo ministerio.

Carta al P. A. Grassi SJ, Diciembre 11, EO XIII, núm. 76

.La “salvación de las almas” y trabajar “solo para la gloria de Dios y por la salvación de las almas rescatadas por la sangre de Jesucristo” ha sido nuestro espíritu misionero por dos siglos. ¿Qué tanto se encuentra en mis actividades cotidianas de forma consciente?

La “educación especial de los clérigos” era una necesidad urgente en la época de Eugenio – asegurar que la gente tuviera pastores con buena formación. Al desarrollarse la Iglesia en las áreas donde trabajamos, los obispos locales tomaron la responsabilidad también. Aun participamos en esta área en ciertos lugares, aunque ya no se encuentra entre nuestros ministerios principales.

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