AHORA NOS QUEDA POR SABER LO QUE PASA DONDE USTEDES SE ENCUENTRAN

Ayer finalmente el “Constitutionnel” del 31 nos dio a conocer la situación, según lo que dice y lo que calla. Algunas cartas dirigidas a familias suizas, cuyos parientes están al servicio de Francia, han confirmado en parte los relatos del periodista. Ahora nos queda por saber lo que pasa donde ustedes se encuentran. Sin importar lo que aquí me digan, avíseme si es necesario mi retorno a Marsella. Mi afección no es de los que se curan con el cambio de aire; el corazón me ocasionó bastante fatiga ayer, pero por lo demás, estoy bien.

Carta a Henri Tempier, Agosto 4, 1830, EO VII núm. 352

Las noticias habían llegado a Eugenio en Suiza: habían habido disturbios en París, saqueos y destrucción en la residencia del Arzobispo, en la iglesia de St. Germain l’Auxerrois, en el noviciado de los Jesuitas y destrucción de cruces de misiones públicas. ¿Era esto una señal de una nueva persecución de la Iglesia y Reinado del Terror, como ocurrió en 1789? ¿Sería destruida de nuevo la alianza entre el “Trono y el Altar” que los reyes Bourbon habían restaurado? ¿Serían perseguidos los Oblatos?

Es clara la frustración del convaleciente Eugenio al estar lejos. De forma no realista, deseaba volver a Francia, aunque seguía teniendo los síntomas físicos de un “corazón cansado”. Como nuestro santo patrón, a menudo también luchamos entre nuestros ideales poco realistas y nuestra situación real. Permaneció centrado en Dios, inspirándonos a hacer lo mismo.

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *