NO DEBEMOS TEMER RECIBIR DONATIVOS, PUES NECESITAMOS EL DINERO

Un extracto de la carta aconsejando a Henri Tempier sobre su visita a Aix. No hay en ella un contenido importante, pero es un ejemplo de la tendencia de Eugenio a la administración cuidadosa. Como superior de los Oblatos, no descuidaba nada para que las comunidades funcionaran bien.

Hablé con el P. Courtés sobre el inconveniente del locutorio y piensa igual que yo, pero la dificultad será remediarlo. En su visita, no evite hablar de ello. Creo que se evitarán parte de los problemas absteniéndose de presentarse en el locutorio durante los recreos.

Otro tema práctico siempre era el económico. El sustento de los misioneros Oblatos provenía de su ministerio. Sin embargo, los formandos no tenían ingreso, pero había que cuidar y alimentarlos, lo que resultaba costoso.

En su visita a Aix no olvide fijar el sueldo del capellán de la pensión de la Srta. Chaniac. En el estado de nuestras deterioradas finanzas, es preciso saber exactamente con qué contamos. Desearía se evitara lo superfluo; esa casa está ricamente provista. Si hay personas bien intencionadas, no debemos temer recibir sus donativos, pues necesitamos dinero para alimentar a nuestros novicios.

Carta a Henri Tempier, Julio 16, 1829, EO VII núm. 333

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