LA VISIÓN DE NUESTRA FUNDACIÓN HOY EN DÍA: SOMOS MIEMBROS DE LA IGLESIA PROFÉTICA

 

Como miembros de la Iglesia profética, los Oblatos han de ser testigos de la santidad y la justicia de Dios, reconociéndose ellos mismos necesitados de conversión.

CC&RR, Constitución 9

Esta declaración me recuerda las palabras del P. Rossetti acerca del sacerdocio ministerial, que aplican por igual a todos los Misioneros Oblatos, hermanos y sacerdotes:

“Si has sido sacerdote por muchos años y al mirar atrás a décadas de servicio y revisar tu ministerio no puedes recordar ni una sola vez en que tu predicación, ministerio o testimonio personal haya sido desaprobada, debes preguntarte si realmente predicaste el Evangelio. Si nuestras palabras y homilías nunca han sido rechazadas por algunos y nunca hemos sido criticados por nuestra postura pública, entonces nunca hemos predicado por completo el mensaje de Jesús.” (The Joy of Priesthood, pág. 20)

Los doscientos años de nuestra historia Oblata están colmados de nombres de misioneros Oblatos cuyo ministerio fue profético. En prácticamente cada país en el que trabajamos, se han escuchado voces proféticas en contra de la injusticia, de la persecución, de la discriminación y cualquier otra forma de deslealtad a los valores del Evangelio, de la santidad y justicia de Dios.  La desaprobación mostrada en contra de algunos incluso les llevó a la muerte (Jozef Cebula, Victor Lelievre, Michael Rodrigo, Wrodarczyk, Ben de Jesus – solo por nombrar algunos).

 

“El peligro perpetuo que sitia a la religión es que puede sustituir la amabilidad y el esteticismo por la percepción profética y el poder.”   Georgia Harknes

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