Están siempre dispuestos a responder a las necesidades más urgentes de la Iglesia mediante varias formas de testimonios y ministerios, pero sobre todo por la proclamación de la Palabra de Dios, que encuentra su culminación en la celebración de los sacramentos y en el servicio al prójimo.
CC&RR, Constitución 7
El valor de los actos de servicio que hablan más que las palabras, fue enfatizado a Tempier cuando los misioneros fueron en ayuda de los habitantes de una aldea cercana para apagar un incendio:
¡Lástima que no estuviera con ustedes el día de su bella acción en San Esteban! Les veo desde aquí entre las llamas, llevando a todas partes y con inteligencia la ayuda que ha debido salvar a gran número de personas. No me sorprende no se cansen de hablar de esa hermosa acción.
Cuatro misioneros en tal ejercicio de caridad, predican más que desde el púlpito. Al menos son mejor comprendidos.
Carta a Henri Tempier, Junio 29, 1819, EO VI, núm. 45
Nuestra Regla de Vida determina predicar la Palabra de Dios, buscando su cumplimiento en el servicio prodigado
La predicación de las misiones y las misiones extranjeras ocupan tradicionalmente el primer lugar en nuestro apostolado.
Ningún ministerio, sin embargo, nos es ajeno, a condición de que nunca perdamos de vista el fin principal de la Congregación: la evangelización de los más abandonados
CC&RR, Regla 7b
“La prueba para un predicador es que su congregación al irse, no diga ‘¡Qué hermoso sermón’, sino ‘¡Voy a hacer algo!’” Francisco de Sales