Lo intentan todo para suscitar o despertar la fe de aquellos a quienes son enviados, haciéndoles descubrir «quién es Cristo».
CC&RR, Constitución 7
Antes de su trayecto de conversión, Eugenio tenía el conocimiento intelectual de “quien es Cristo” – después de 25 años de observancia religiosa, conocía su catecismo. Lo sucedido en su conversión fue experimentar su entendimiento. Comenzó una relación con Jesucristo que sería la cualidad característica del resto de su vida.
La conversión no significó conocer a Jesús, sino llegar a conocer a Jesús en una relación con la que se apasionó. De ahí en adelante “actuaría en todo y por todo” solo por Él y lo amaría “por sobre todo lo demás”.
Lo que recibió fue tan poderoso que se vio impulsado a compartirlo con los demás – en especial para quienes su situación les dificultaba llegar al mismo conocimiento. Para Eugenio fueron los pobres.
Todos los que comparten el carisma de Eugenio participan en la misma dinámica de trabajar para llevar a los demás a la misma experiencia de conocer al Salvador. Cada uno en nuestra manera propia y en nuestras circunstancias particulares, tenemos esta misión de ayudar a los demás en ese proceso.
Es importante lo que dice el texto “les haremos descubrir ‘quien es Cristo’.” Misión no significa ir a llenar a la gente de conocimiento – significa caminar con ellos en su descubrimiento y profundizar su comprensión del significado de una relación con Jesús. El uso que da Eugenio a esta frase en el Prefacio habla de ayudar a la gente a comprender quien es Cristo para ellos (“ce que c’est que Jésus Christ”) – quien es Él en sus vidas y el significado que les da.
“La Iglesia es misionera por naturaleza y su tarea principal es la evangelización, que busca proclamar y dar testimonio de Cristo y promover Su Evangelio de paz y amor en cada ambiente y cultura.” Papa Benedicto XVI