UNA VIDA EN OBVIA DIRECCIÓN HACIA ALGO

El Arzobispo de Aix conoció bien a Eugenio cuando fue director de caridad en la prisión, y le trataba como a un hijo.

“Solía ocupar su lugar en el área del gran coro, donde estaban las butacas accesibles a los feligreses. Un día, durante el divino oficio, algunos de los asistentes no se comportaron de manera propia al santo lugar. Después de Misa, el maestro de ceremonias se acercó a decir a quienes estaban en las butacas, sin importar quienes fueran, que no podrían ocuparlas en adelante – por orden del Arzobispo. Eugenio salió de la iglesia visiblemente molesto, pero resignado a obedecer a la autoridad. Al regresar a casa se sorprendió al encontrar una carta del Arzobispo, otorgándole un favor especial: el derecho a ocupar su lugar en las bancas donde el clero decía sus oraciones. Inmediatamente fue a agradecer al Arzobispo, por haberlo convertido en un  a “mini-canónigo.”

En cierta forma podía dársele este título, no solo por su asistencia regular a los servicios, sino aún más por su participación en el canto y en todas las oraciones. Los domingos y días festivos asistía a las horas canónicas y cantaba los salmos junto con los canónigos. Dios le había dado una voz clara, precisa y muy agradable y Eugenio disfrutaba dedicarla a los himnos de la Iglesia, que consideraba más importantes que todas las demás canciones.”     Rey I p. 50-51

Cuatro años antes, las cartas de Eugenio habían descrito todos los placeres de Aix: el teatro, las canciones, los bailes, las fiestas, etc. Es evidente que algo había cambiado en su vida. ¡Estamos siendo testigos de un joven de veinticinco años en un trayecto total hacia la conversión!

Por fin Eugenio permite a Dios ser el autor de su vida. Al reflexionar en ello, deseo quitarme los zapatos, pues me encuentro en tierra sagrada… el espacio sagrado de la espiritualidad Mazenodiana, donde Dios escribe la historia.

SPANISH

“Tu destino es lograr aquellas cosas en las que te enfocas con mayor atención. Así que elige enfocarte a lo que es realmente  majestuoso, hermoso, elevado y alegre. Tu vida siempre se dirige hacia algo.”   Ralph Marston

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