En el difícil período en Roma tramitando la aprobación de la congregación Oblata, fue la intimidad de Eugenio con Dios lo que le logró la fuerza y bendiciones que necesitaba. Este fue el caso especial de cuando se hizo uno con Jesús en la Comunión en la Misa.
“Jesús no dijo, ‘Bienaventurados quienes se ocupan de los pobres.’ Dijo, ‘Bienaventurados nosotros, por estar donde somos pobres.’ Es ahí donde Dios nos ama más y nos lleva a una comunión más profunda con Él.” Henri Nouwen |
-
Entradas recientes
Comentarios recientes
- Anacleto Cuma Yuman en EL BUEN PADRE PERRON LAS UNIÓ POR SU SANTA MUERTE
- Anacleto Cuma Yuman en DISPENSA DE ESCUCHAR MISA PARA CUMPLIR UN IMPORTANTE DEBER CÍVICO
- Eliseo Margenet en SER PARTE DE LA VIDA DE LA IGLESIA EN FORMA VAGA Y AMBIGUA
- María Coromoto Díaz de Govea en UNA LOCOMOTORA LLAMADA “LUCIFER»
- María Coromoto Díaz de Govea en SE TRATA DE UNA MISIÓN INFINITAMENTE DIFÍCIL POR VARIAS RAZONES
Archivos
Meta