EL ENTUSIASMO MISIONERO TIENE DOS MANOS

¡La joven comunidad crecía, al igual que sus gastos! En particular, todos los candidatos que se unían a los Misioneros no aportaban ingresos a la comunidad durante sus años de formación, lo que era una preocupación constante para Eugenio y Henri Tempier.

Escribiendo a la comunidad en Laus, Eugenio les amonesta por su falta de organización financiera y los conmina a economizar para poder mantener a los formandos.

La cuenta que me das del estado de cosas de Ntra. Sra. del Laus, no me sorprende, pero me disgusta porque demuestra que se habían descuidado las finanzas.
Se debería haber pensado que tenemos un noviciado lleno de buenas gentes pero que no tienen una perra, y que hay que alimentarlos y vestirlos sin embargo.
Te recomiendo pues la mayor economía y un gran espíritu de orden.

Carta a Jacques Marcou, Enero 29, 1825, EO VI núm. 167

La situación persiste actualmente en la Congregación, debido a la disminución en los ingresos en todo el mundo y el incremento en los gastos para la formación de los futuros Misioneros Oblatos. Continúa la necesidad de economizar, no sólo por el ideal de la sencillez, sino por la practicidad de compartir:

Dado que la Congregación es misionera por naturaleza, los bienes temporales del Instituto están, ante todo, al servicio de la misión.” CC&RR, Constitución 150

 

“Dios nos ha dado dos manos — una para recibir y la otra para dar. No somos cisternas hechas para almacenar, sino canales para dar.”     Billy Graham

Esta entrada ha sido publicada en cartas y etiquetada como , , . Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *