Archivo mensual: marzo 2018

¿Puedo olvidar aquellas lágrimas amargas que la vista de la Cruz hizo brotar de mis ojos un Viernes Santo? Diario de Retiro, Diciembre 1814, EO XV núm.130 “¿Puedo olvidar… que la vista de la cruz?” pregunta Eugenio? Toda acción durante su … Sigue leyendo →

¿Puedo olvidar aquellas amargas lágrimas que la vista de la Cruz hizo brotar de mis ojos un Viernes Santo? “¿Puedo olvidar… la vista de la Cruz?” pregunta Eugenio, y la paz que fluyó a su vida como resultado. Jamás mi … Sigue leyendo →

… Hicimos nuestros votos con indecible alegría. Saboreamos nuestra dicha durante toda esta hermosa noche en la presencia de nuestro Señor, al pie del trono magnífico donde lo habíamos puesto para la misa de los presantificados del día siguiente.. Rambert … Sigue leyendo →

En resumidas cuentas, el P. Tempier y yo juzgamos que no había que aplazarlo más, y el jueves santo (11 de abril de 1816) recogidos los dos bajo el andamio del hermoso monumento que habíamos hecho en el altar mayor … Sigue leyendo →

La comunidad Oblata fue un punto constante de referencia para Eugenio cuando estaba lejos de ella. Su modelo para nuestra vida religiosa misionera era el de Jesús y los apóstoles. Para él, nuestras comunidades debían ser “cenáculos” – como el … Sigue leyendo →

La primera comunión de Eugenio, en el Colegio de Nobles en Turín, tuvo una nota concisa en el Diario de su exilio: Parece que sus maestros, especialmente el P. Scati, quedaron también contentos con su sensatez, pues le permitieron hacer … Sigue leyendo →

En la reflexión anterior, Eugenio meditaba sobre la existencia de los Oblatos. El propósito u objetivo, era continuar la misión de Jesús y sus discípulos, al imitar sus métodos. Los medios que empleamos para alcanzar este fin, son también incuestionablemente … Sigue leyendo →

El punto de vista de Eugenio sobre la Regla no se enfocó a la Regla misma, sino en cómo es el instrumento que refleja el amor y la voluntad de Dios para cada uno de nosotros.  La importancia de la … Sigue leyendo →

Estimemos, pues, esta preciosa Regla; tengámosla continuamente ante nuestros ojos y sobre todo en el corazón, alimentemos habitualmente nuestras almas de los principios que contiene; no actuemos, no hablemos, no pensemos sino conforme a su espíritu. Solo así seremos lo … Sigue leyendo →

Qué dulce pensamiento: al observar nuestra Regla obedecemos a la Iglesia. Y puesto que nuestra Regla abarca todas las acciones de nuestra vida y el espíritu que debe animarlas, todo lo que hagamos participa del gran mérito de la obediencia … Sigue leyendo →